Ingredientes
- 1 remolacha mediana
- ¼ taza nueces pecanas
- 1 cucharadita aceite de coco
- 1 cucharadita miel de abejas
- 1 puñado de hojas de rúgula fresca
- 30 gr queso feta
Para el aderezo:
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 1 pizca de sal rosada
- 1 cucharada de miel de abejas
- Jugo de medio limón
Preparación:
Lave muy bien la remolacha con esponjilla y abundante agua y póngala a cocer en olla a presión por 10 minutos. Baje del fuego y despresurice la olla. Deje reposar la remolacha hasta que se enfríe lo suficiente para ser manipulada. Usando un pelador de papas retire la cáscara de la remolacha y proceda a cortarla en lonjas muy delgadas. Para esto puede ser útil hacer uso de una mandolina. Prepare el aderezo mezclando todos los ingredientes: vinagre, aceite de oliva, sal, miel y jugo de limón. Sumerja las lonjas de remolacha en el aderezo y deje marinar por al menos 1 hora.
En un sartén pequeño ponga a fuego medio el aceite de coco y las nueces pecanas partidas en trozos por unos tres o cuatro minutos moviéndolas permanentemente sin permitir que se quemen. Baje del fuego y adicione la miel de abejas y un poco de sal.
Para servir: Haga una cama con las hojas de rúgula fresca previamente lavada y escurrida y sobre ellas disponga las lonjas de remolacha formando círculos concéntricos. Decore en la superficie con las nueces pecanas caramelizadas y el queso feta desmenuzado. Termine adicionando el líquido sobrante de la marinada cubriendo toda la preparación.
Esta receta es apta para todos los doshas. Contiene sabores ligeramente dulces (remolacha) pero astringentes y amargos a la vez (miel y rúgula). Con una pequeña cantidad de grasas saturadas dadas por el queso de cabra (apto también para las constituciones kapha) y grasas insaturadas de las nueces pecanas. Un plato muy equilibrado, fresco y nutritivo. Provecho!