Mitos del Yoga

Mitos del Yoga

Mitos del Yoga

El Yoga ha sufrido una explosión de popularidad en todos los países occidentales durante el último siglo.  Si bien cada vez más y más personas en el mundo se han venido beneficiando de la práctica del yoga, hay muchas otras que no lo hacen debido a ideas equivocadas, prejuicios y estereotipos que se han creado acerca de esta milenaria disciplina.

Los siguientes son los mitos más populares que existen acerca del yoga. Verás que entre más profundo llegas al conocimiento más claro puedes ver la realidad: Yoga es para todos.

El Yoga es una religión

Decir que Yoga es una religión es como afirmar que la gravedad es un concepto del cristianismo.  La teoría de la gravedad fue expuesta por el sabio Isaac Newton en una época y lugar donde el cristianismo era la religión predominante. El yoga es una filosofía enmarcada en la cultura del Hinduismo, pero no es Hinduismo.

Más bien podríamos afirmar que Yoga es como una tecnología: quien quiera hacer uso de ella, puede hacerlo.  No dejas de usar tu celular porque eres católico, judío o budista.

Hay que ser “maromero” para practicar Yoga

Cuando se pronuncia la palabra yoga muchos piensan inmediatamente en posturas imposibles de realizar. Sin embargo yoga es mucho más que las posturas (asanas).  Yoga es una ciencia que trata de todos los aspectos de la vida misma, no solo del cuerpo físico.

Muchas personas desisten de empezar su camino en el Yoga al verse intimidados por fotos en revistas o videos de “yoguis” realizando posturas de yoga que desafían las leyes de la física y de la fisiología humana.  La flexibilidad y la fuerza no son un requisito para el yoga sino una consecuencia de su práctica rutinaria.  Puedes practicar yoga aunque no seas flexible o estés en forma.  Vas a sentir sus maravillosos beneficios tanto en tu cuerpo físico como en tu mente y tus emociones.   No importa qué tipo de cuerpo tengas: delgado o grueso, alto o bajo, joven o viejo, el Yoga se adapta a ti. No tú al yoga.

Yoga es estiramientos

Aunque en la superficie puede llegar a parecer una clase de estiramientos o de calistenia, el Yoga es mucho más que ejercicios físicos.  Es una filosofía, una ciencia, un estilo de vida.  La palabra yoga significa Unión: del cuerpo físico con el mental y el espiritual; del ser individual con el ser universal, de unión con el medio ambiente.  Es una forma inclusiva y comprensiva de ver el mundo.

Una práctica completa de yoga involucra posturas, ejercicios de respiración, relajación y meditación. El conocimiento del Yoga te ayuda a entender el mejor camino para tu realización personal en virtud del bien común.

Yoga para adelgazar

Si lo que quieres es “estar en forma” o tener tus abdominales perfectamente bien definidos, el Yoga no es la solución.  Yoga NO se trata de ejercicios, de sudar, de gastar calorías y de quemar grasa.  Para eso ve al gimnasio, nada, corre o monta bici.

Por supuesto que con el Yoga vas a lograr “estar en forma” pero en una dimensión diferente.  Lo que vas a encontrar en el Yoga es salud y bienestar total.

Practicar Yoga es peligroso para la columna

Si bien es cierto que existen algunas contraindicaciones para realizar ciertas posturas (asanas), prácticamente cualquier persona con cualquier condición de salud puede practicar Yoga. Ya hemos mencionado que la práctica se debe ajustar a tu situación particular de salud y no tú ajustarte a la práctica o al profesor.

Existen muchos tipos de yoga, de distintas escuelas y con diferente metodología.  Escoge la que más se ajuste a tu sentir y a tu condición de salud.  Un buen profesor de yoga sabrá guiarte en la mejor manera de disfrutar de la práctica no importa qué tipo de dolencia tengas.

Yoga es una cosa de mujeres

Es indudable que en la actualidad el yoga es más popular entre las mujeres que entre los hombres.  Pero esto no ha sido siempre de esta manera.  En el pasado, el yoga era practicado casi exclusivamente por hombres en la India antigua y por razones culturales incluso era una práctica prohibida para las mujeres.

Hombres y mujeres necesitamos equilibrar las fuerzas de nuestro cuerpo físico, aliviar y gestionar nuestras emociones y dar claridad a nuestra mente.  Todo esto llega de la mano del Yoga.

Puedo aprender Yoga en casa con un video de YouTube

Entra a una librería cualquiera y te encontrarás con más de una decena de títulos acerca del Yoga: “yoga en casa”, “conviértete en yogui en 21 días”, “Aprende Yoga en 7 días”, etc.  O busca en youtube yoga y te darás cuenta todo lo que tienes por ver…

Parece muy simple pero necesitas la guía y el acompañamiento de un maestro.  Ese maestro no solo va a garantizar que no te hagas daño durante tu práctica sino que será tu acompañante durante todo el camino del yoga, más allá de la hora y media de clase. Un libro o un video pueden servir como inspiración pero no reemplazan a un maestro.

Yoga no es una sesión de práctica que haces una vez al día.  Yoga es conocerte, oírte, entenderte, ser compasivo contigo y con los demás. Es llevar lo que aprendiste en clase a tu vida cotidiana: al trabajo, a tu vida de pareja, a tu familia, a tus negocios. Yoga es ciencia, filosofía y estilo de vida.

Posturas de Yoga (asanas) para aliviar el cólico menstrual

Posturas de Yoga (asanas) para aliviar el cólico menstrual

Las siguientes posturas deben realizarse en la secuencia en que se muestran; durante su ejecución debes mantener un flujo continuo y regular de la respiración, inhalando y exhalando siempre a través de las fosas nasales.  En cada postura debes permanecer el tiempo necesario para realizar 6 a 8 respiraciones completas.

Balasana

Postura del niño.

Vajrasana

Postura del diamante

Utanasana

Flexión hacia adelante

Gomukhasana

Cara de vaca

Apanasana

Rodillas al pecho

Bhadrasana

Postura gentil

Por qué practico la Medicina Ayurveda: Ver para creer…

Por qué practico la Medicina Ayurveda: Ver para creer…

Por casi veinte años practiqué con amor, pasión y dedicación la medicina occidental que aprendí en la Universidad.  Mis días transcurrían en los pasillos de hospitales y unidades de cuidado intensivo de prestigiosas instituciones de salud de mi ciudad Bogotá.  Con el pasar el tiempo me fui dando cuenta que la medicina occidental cada vez tiende a invertir demasiado (tiempo, recursos, esfuerzos, etc) para lograr objetivos de poco impacto en la salud de la población general. La medicina preventiva está prácticamente en el olvido.

En el año 2009 muchas cosas empezaron a suceder en mi vida.  Mi salud empezó a pasarme factura por las largas horas de trabajo, poco descanso y excesivo estrés.  Mi estabilidad laborar también comenzó a tambalear al igual que estaba sucediendo con mi relación de pareja.  Un día, al salir de una clase de yoga (a la que asistí a regañadientes y con escepticismo) me topé casi que por accidente con un libro que trataba de Medicina Ayurveda.  Me senté en el piso del salón de yoga y empecé a hojearlo con el mismo asombro que podría tener un niño al ver por vez primera un libro de cuentos mágicos.  Página a página me iba enterando por primera vez que existía un sistema médico tan complejo y completo como la medicina occidental (alopática) que proponía una perspectiva completamente diferente a la aprendida por mí para prácticamente todas las enfermedades comunes, y lo mejor, con un gran énfasis en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud.  Una medicina tan antigua que la humanidad la viene usando desde los inicios de la humanidad hasta el momento presente en gran parte del continente asiático

En este libro al que hago referencia (Ayurvedic Healing, David Frawley) encontré la respuesta a muchos de mis interrogantes no sólo en lo relacionado a mi salud física sino a los demás eventos que estaban ocurriendo, al parecer sin razón, en mi vida.   Entendí el origen de mis emociones, cómo ellas estaban influenciando en mi salud y cómo mi alimentación podría mejorar mi condición física y emocional.  Decidí empezar a probar en mí misma todo lo que la Medicina Ayurveda recomienda para una persona de mi constitución energética (que en ayurveda se denominan Doshas).  Cambié mi alimentación de extremadamente carnívora y “fat free” a lacto vegetariana y “yes fat!”.  Ya no me ejercitaba cuatro horas al día en forma competitiva sino que asistía una hora en la mañana a sesiones de yoga.  Conocí la meditación y muy pronto empecé a disfrutar los beneficios que ésta me trae en el autoconocimiento y gestión de mis emociones y el mejoramiento de mis relaciones interpersonales

Poco a poco, con dedicación y perseverancia fui siento artífice de mi propio cambio ycomencé a ver los resultados.  Mi botiquín que antes contenía toneladas de medicamentos “anti”: antiflatulentos, antidiarréicos, antiespasmódicos, antiácidos, antiinflamatorios, ahora tiene semillas de hinojo, asafétida, clavo, cúrcuma, gel de aloe vera, ghee, ajwain.  Aquellos dolores misteriosos que ningún colega ni yo misma habíamos podido controlar fueron desapareciendo pero sobre todo, yo me sentía otra.  Es difícil de describir esa sensación de “estar muy bien”, sentirse ligera, feliz, plena, agradecida, amorosa, dispuesta a dar y recibir.

Así fue como decidí formalizar mi conocimiento sobre la Medicina Ayurveda y darle un giro completo a mi ejercicio profesional.  Encontré un nuevo rumbo en mi misión de vida.  Siento que el conocimiento ancestral de la medicina ayurveda trasciende más allá de la dicotomía salud-enfermedad y así logra impactar a más personas con muchos menos recursos.

Haciendo honor a la filosofía racionalista de San Agustín de Hipona, muy socorrida en la enseñanza de la medicina alopática, yo tuve que ver para creer.

Razones para no ser vegano

Razones para no ser vegano

Recientemente, las dietas vegetarianas han ganado una inusitada popularidad.  Se calcula que cerca de 14% de la población americana es hoy en día vegetariana en alguna de sus variedades (ovo, ovo-lacto, lacto o vegana). El veganismo, la corriente más radical de las dietas vegetarianas ha crecido cerca de 300% en los últimos 5 años en países como Estados Unidos y Canadá.

Una dieta vegetariana bien llevada se asocia con diversos beneficios de salud debido al alto consumo de fibra, ácido fólico, vitaminas C y E, potasio, magnesio y otros fitoquímicos, además del bajo contenido de grasas saturadas y colesterol.  Es bien reconocido que las personas vegetarianas tienen menor prevalencia de obesidad, diabetes mellitus tipo 2, hiperlipidemia, enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer (colon, recto y próstata).

Las dietas veganas han venido ganando mucha popularidad entre los jóvenes, especialmente mujeres, que se sienten más identificados con el cuidado por los recursos del planeta, la sensibilidad por el cuidado a los animales, el uso indiscriminado de antibióticos y hormonas en la producción de alimentos de origen animal, el temor a contraer infecciones y también los posibles beneficios en la salud.  A esto se ha sumado la creciente incidencia de alergias e intolerancia a los productos lácteos en muchos de estos jóvenes.   No obstante, una alimentación totalmente restringida de productos animales (huevos, lácteos, cárnicos, etc) a mediano y largo plazo puede no ser tan saludable.  Veamos por qué:

  1. Salud de los huesos: varios estudios en poblaciones ovo-lacto-vegetarianas no han demostrado una diferencia significativa en los índices de osteoporosis y fracturas comparados con los de las poblaciones omnívoras. Sin embargo, entre los veganos es más frecuente y temprana la aparición de osteoporosis y las fracturas de cadera y columna vertebral en especial entre las mujeres en edad post menopáusica que llevan varios años siendo veganas.  Esto tiene asidero en la inadecuada ingesta tanto de proteína como de calcio y vitamina D.  Mientras el consumo de una adecuada cantidad de calcio no es problema para los lacto-vegetarianos, sí lo es para los veganos. Una dieta vegana típica no alcanza a cumplir con el requerimiento mínimo diario de calcio y por lo tanto se debe complementar en forma rutinaria con suplementos de este mineral.
  2. La salud ósea no solo depende de la ingesta de calcio sino también del adecuado consumo de otros minerales y vitaminas, más específicamente vitamina D y K. Si bien las dietas veganas se comportan bastante bien en cuando a minerales y la mayoría de las vitaminas hidrosolubles (A, B1 a B6, C) no lo hacen igual de bien en lo que respecta a las vitaminas liposolubles, especialmente D3 (colecalciferol) y K2 (menaquiona) presentes casi exclusivamente en productos de origen animal. La vitamina D3 imprescindible no sólo para una buena salud ósea sino como regulador del sistema musculo esquelético, metabólico, endocrino y el sistema inmunológico.  La vitamina K2 por su parte indispensable para la fijación del calcio en los huesos y para la prevención de la enfermedad cardiovascular.  Las personas veganas tienden a estar en deficiencia de vitamina D en especial si tienen poca exposición a la luz solar bien sea por sus costumbres socio culturales o por las condiciones climatológicas y geográficas del lugar de residencia.
  3. Las dietas que no incluyen pescado, huevos y algas marinas carecen de los dos más importantes ácidos grasos: EPA (ácido eicosapentaenóico) y DHA (ácido docosahexaenóico) esenciales para un adecuado desarrollo cerebral, la salud cardiovascular, el sistema inmunitario y la regulación hormonal. Los alimentos de origen vegetal ricos en omega-3 contienen un ácido graso diferente llamado ALA (ácido alfa linolénico) que en principio cuando se encuentra de sobra en el organismo se puede transformar en EPA y luego en DHA, pero este mecanismo es realmente poco eficiente. Los veganos y vegetarianos que no consumen a menudo algas marinas estarán en deficiencia de EPA y de DHA a menos que consuman suplementos que contengan estos nutrientes.  Con los suplementos de DHA hay que ser cuidadosos porque pueden producir elevación tanto del colesterol total como del LDL (llamado colesterol malo).
  4. Aunque el hierro presente en los vegetales (hierro no hem) es menos absorbido que el hierro presente en productos animales (hierro hem), no es cierto que las personas vegetarianas o veganas tiendan a tener mayor incidencia de anemia por deficiencia de hierro que sus pares omnívoros. No obstante, las reservas de hierro (ferritina) son menores en los veganos que en los vegetarianos. La causa de este hallazgo no es del todo conocida.
  5. La vitamina B12 (cobalamina) funciona como intermediario indispensable en múltiples procesos desde la conducción nerviosa hasta la formación de las células rojas (eritrocitos) de la sangre. Comparados con los lacto-vegetarianos, los veganos típicamente tienen niveles mucho más bajos de vitamina B12 y mayor prevalencia de enfermedades relacionadas con su deficiencia.  Debido a la deficiencia de esta vitamina, se elevan los niveles en sangre en homocisteína, un hallazgo que se relaciona con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, demencia, enfermedad de Alzheimer y depresión.  Alimentos vegetales como hojas verdes, productos fermentados o algas marinas no se consideran una fuente fiable de vitamina B12.

Referencias

  • Craig Winston J. Heatlh effects of vegan diets. The American Journal of Clinical Nutrition Vol 89, Issue 5, 1 May 2009, pg 1627S-1633S.
  • Key TJ. Appleby PN. Health effects of vegetarian and vegan diets. Proc Nutr Soc 2006; 65:35-41
Mitos y Realidades de los Suplementos Nutricionales

Mitos y Realidades de los Suplementos Nutricionales

Para ninguno de nosotros es un secreto que la industria de los suplementos nutricionales es un gran negocio.  Basta llegar a la estantería de cualquier tienda de cadena o incluso en supermercados naturistas o de “comida saludable” para darse cuenta de lo rentable que parece ser producir y vender cualquier variedad de multivitamínicos desde la A hasta la Z.

En Estados Unidos, la venta de suplementos nutricionales representa cerca del 5% de todas las ventas de los supermercados de cadena y sus márgenes de ganancia son hasta 10 veces más que los obtenidos por la venta de alimentos y bebidas.  La población americana gasta cerca de 21 billones de dólares anuales entre vitaminas y suplementos nutricionales, esto sin incluir los concentrados de proteína en polvo tan demandados en quienes se ejercitan en los gimnasios.

¿Por qué nos sentimos tan inclinados a comprar y consumir suplementos y no a comprar alimentos?   ¿Qué hay de cierto en todas las promesas que declaran los productores de suplementos y vitaminas?

Los suplementos no son mejores que la comida

Ningún suplemento vitamínico logra sustituir su equivalente contenido en los alimentos.  Cuando consumes una zanahoria rica en carotenos, no sólo consumes carotenos sino muchos otros “acompañantes” que hacen factible que ese caroteno sea debidamente aprovechado por tu organismo.  Es por eso que las cápsulas de “beta caroteno” nunca serán mejor que tu zanahoria fresca.   Y así sucede con todos y cada uno de los micronutrientes y minerales contenidos en los frascos de multivitamínicos versus los contenidos en tu plato de comida REAL.

En lugar de gastar dinero en suplementos deberíamos gastarlo en toda la variedad de cereales, frutas, verduras y aceites que la naturaleza ha puesto a nuestra disposición.   Así, no solo nutrimos mejor nuestro cuerpo sino que también participamos positivamente en el mantenimiento de la cadena económica de producción de alimentos, favoreciendo a los campesinos agricultores de nuestras tierras y no a los empresarios de la industria farmacéutica.

Es completamente irreal pretender compensar con un puñado de cápsulas y polvos “mágicos” lo que no hacemos con la alimentación del día a día.   ¿Por qué tomar “antioxidantes” para así tratar de corregir los daños producidos por los Nuggets fritos de Wendy´s, KFC o McDonald’s?   ¿Por qué comprar complejo B, zinc, manganeso, selenio, cobre en lugar de comer arroz integral con lentejas?

Nunca los suplementos serán más efectivos que los rayos del sol sobre la piel cuando de sintetizar vitamina D se trata.  Además es más divertido, relajante y vigorizante un baño de sol que tomar una cápsula todos los días.

Uso de multivitamínicos: ¿riesgo o beneficio?

En diferentes estudios realizados por investigadores independientes se ha demostrado que el uso regular de multivitamínicos carece de cualquier beneficio para la salud a corto y largo plazo.  Todas aquellas promesas de prevenir el cáncer, evitar los infartos o vivir más años han sido ya rebatidas e incluso, hoy por hoy, hay suficiente data confirmando que el uso de ciertos multivitamínicos en forma crónica conlleva aumento en el riesgo de enfermarse o morir.  Tal es el caso de los suplementos que contienen zinc que han sido relacionados con el incremento de las enfermedades del tracto genitourinario o de los que contienen vitamina A y beta caroteno que aumentan el riesgo de cáncer pulmonar en la población fumadora.

En estudios de largo plazo como el Women´s Health Initiative ha quedado claro que después de 8 años de estar usando diferentes tipos de multivitamínicos y suplementos nutricionales en mujeres postmenopáusicas, no se logró ningún tipo de prevención en la aparición del cáncer.

En el Iowa Women´s Health Study se encontró un incremento en la mortalidad entre las mujeres mayores de 62 años que usaban en forma regular suplementos vitamínicos que contenían vitamina B6, ácido fólico, magnesio, zinc, cobre y especialmente en aquellas que tomaban suplementos con hierro.   El único suplemento que no mostró esta relación fue el calcio y la vitamina D.

El exceso de vitamina A en forma de suplementos vitamínicos durante el embarazo se ha correlacionado con malformaciones fetales en distintos estudios llevados a cabo por la comunidad científica independiente.

Aunque la suplementación de calcio y vitamina D ha demostrado beneficios innegables en la mejoría de la masa ósea de las mujeres postmenopáusicas, es bien sabido que el uso crónico de este conjugado (en especial sin supervisión de los niveles de calcio y vitamina D) aumenta la incidencia de cálculos en las vías urinarias (urolitiasis, nefrolitiasis).

Tanto vitaminas como minerales pueden llegar a tener un comportamiento tóxico en el cuerpo humano.  Las vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C) al ser fácilmente excretadas en caso de haber una “sobredosis” no tendrán un comportamiento tóxico.  Por el contrario, las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se acumulan proporcionalmente a la dosis ingerida y pueden llegar a ser tóxicas, en especial la vitamina A y la D.  Los niveles excesivamente elevados de vitamina D se han correlacionado con incremento en la presentación de enfermedades cardiovasculares como infarto del miocardio o trombosis y hemorragias cerebrales.

Quiénes se benefician de la suplementación?

No todo es malo cuando hablamos de suplementos de vitaminas y minerales.  Ciertas poblaciones en condiciones especiales se beneficiarán de usar uno o varios de estos productos siempre y cuando estén adecuadamente asesorados por un profesional médico y éste lleve el debido seguimiento de la suplementación.   Esto significa, hacer controles periódicos de los niveles de la vitamina o el mineral que se está suplementando para evitar la sobredosificación.

Una resumida lista de aquellos que deben preguntar a su médico por los suplementos que deben consumir:

  1. Adultos mayores de 60 años en quienes el déficit de vitamina B12 (cobalamina), calcio y Vitamina D puede ocurrir.
  2. Veganos y Vegetarianos en quienes hay que evaluar el estado del hierro, calcio y vitamina B12. Especialmente en los veganos estrictos será necesario suplementar algunos ácidos grasos. Estas recomendaciones son especialmente válidas para l@s hij@s vegetarianos o veganos de madres vegetarianas o veganas estrictas.
  3. Personas con cirugía bariátrica (de reducción de peso), en especial aquellas que fueron sometidas a by-pass gástrico.
  4. Aquellos en quienes la pérdida continua o anormal de sangre (sangrado digestivo, sangrado menstrual, etc) conlleva un déficit de hierro y/o ácido fólico.
  5. Mujeres en gestación y durante la lactancia quienes requieren suplementos de hierro, calcio, ácido fólico, cobalamina y complejo B.
  6. Personas con ciertas enfermedades gastrointestinales que impiden la adecuada absorción de minerales y vitaminas, como es el caso de la colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn.
  7. Algunas personas que durante el tratamiento de cáncer pueden requerir y/o beneficiarse de suplementos específicos.

En resumen:

  • Los suplementos nutricionales y multivitamínicos NO son un boleto indiscutible a la buena salud.
  • Dado que no todos los suplementos son inocuos, la necesidad de cada uno debe ser debidamente evaluada y controlada por un profesional médico lo que garantiza su pertinencia y seguridad.
  • Para cada déficit específico se debe dar un suplemento específico.
  • Usar indiscriminadamente los suplementos nutricionales y vitamínicos para “compensar” una mala alimentación es muy mala idea…
  • La comida REAL siempre será mejor que cualquier suplemento
Probióticos

Probióticos

Los probióticos son bacterias (y levaduras) que llamaríamos buenas, que habitan en normalmente en varios lugares del cuerpo pero especialmente en el tracto digestivo y que son las responsables en gran parte, no solo de la función del intestino sino de la salud en general.   Son miles de microorganismos benéficos los que habitan en el colon, la cavidad oral, la nasofaringe, la vagina y la piel.

Si bien los probióticos son ampliamente reconocidos como parte del tratamiento de muchas de las afecciones intestinales, cada vez hay más evidencia de su utilidad en el manejo coadyuvante de muchas otras enfermedades.  Entre ellas podemos contar:

  • Sobrepeso y Obesidad
  • Diabetes
  • Alergias
  • Síndrome de Intestino Irritable
  • Infecciones urinarias y vaginales
  • Síndrome de Fatiga Crónica
  • Diarrea
  • Enfermedad inflamatoria del intestino: Colitis ulcerativa y Enfermedad de Crohn

De estas bacterias buenas tal vez la más renombrada es Lactobacillus, que se encuentra presente en alimentos tan comunes como el yogurt o el kéfir; también son innumerables los productos farmacéuticos que ofrecen gran variedad de probióticos en distintas dosis y presentaciones, no obstante, estos últimos muchas veces no son tan efectivos como los que podemos preparar nosotros mismos en casa.

Dos prácticas recetas para preparar probióticos en casa

Jugo fermentado de zanahoria y repollo

Prácticamente todos los vegetales frescos contienen bacterias y levaduras las cuales se reproducen y forman probióticos tan pronto son puestas a fermentar. Cualquier vegetal es potencialmente fermentable no obstante aquellos con alto contenido de carbohidratos y azúcares darán el mejor rendimiento

Ingredientes:

  • Media cabeza de repollo blanco cortado en tiras
  • Tres zanahorias cortadas en trozos
  • Una cucharada de jengibre fresco rallado
  • Dos cucharaditas de sal marina o rosada
  • Agua filtrada

Pon las zanahorias, el repollo, el jengibre y la sal en una jarra de vidrio de aproximadamente 2 Lt.  Llena la jarra con agua filtrada y tapa la boca con una tela de cocina asegurándola con una banda de caucho.  Deja la jarra en un lugar oscuro y cálido por cuatro a seis días, revolviendo el contenido de la jarra cada 48 horas.  Es normal que veas burbujas en la superficie o algo de espuma de color grisáceo.  Esto no es indicativo de descomposición.  El olor natural de esta bebida es ligeramente ácido o avinagrado.  Tú decides qué tan fermentada quieres la bebida.  Menos fermentada a los tres o cuatro días, más fermentada a los seis días.  Para detener el proceso de fermentación cuela el líquido retirando los vegetales y consérvalo en el refrigerador.  Puedes consumirlo refrigerado hasta por una semana.   Si no tienes la costumbre de tomar bebidas fermentadas, comienza por no más de media taza dos o tres veces a la semana. No deseches los vegetales. Se pueden comer como encurtidos y son deliciosos.

Rejuvelac de arándano

Rejuvelac es el líquido resultante de colar brotes de granos que han sido puestos en remojo y dejados a fermentar.  Esta es probablemente la bebida de probióticos más fácil y rápida de preparar ya que el proceso de fermentación es tan solo de tres días, por lo cual es importante echar un vistazo diario a la preparación para seguir de cerca el proceso.

Ingredientes:

  • 1 taza de granos de centeno (también puedes usar trigo sarraceno, trigo entero, avena en grano, cebada, quinoa o arroz integral)
  • 1 litro de agua filtrada
  • 1 litro de jugo natural de arándanos
  • 1 limón

Lo primero que hay que hacer es poner a germinar los granos del cereal elegido: pon la taza de granos en una jarra de vidrio de boca ancha de aproximadamente un litro de capacidad.  Llena con agua y escurre hasta drenar todo el exceso de agua.  Tapa con un lienzo de cocina atado con una liga de goma y deja el frasco inclinado 45 grados para que pueda seguir drenando el exceso de agua, en un lugar oscuro y cálido como por ejemplo dentro del horno o debajo de las hornillas de la estufa.   Cada 12 horas lava con agua fresca los granos y repite el procedimiento anterior.  Pronto verás que el grano comienza a germinar (verás que de cada grano sale unas pequeñas colitas de color blanco). Una vez los granos han germinado, lávalos con agua fresca y ponlos de nuevo en la jarra.  Llena la jarra con un litro de agua filtrada, tapa con el lienzo de cocina y déjala en un lugar oscuro y cálido por dos días más.  El líquido resultante de este proceso de fermentación es el rejuvelac.  Pasa por colador y reserva el líquido el cual puede permanecer refrigerado hasta por una semana.  Al momento de servir añade a media taza de rejuvelac, igual cantidad de jugo natural de arándanos (puedes reemplazar por cualquiera otra fruta) y el zumo de medio limón.   

Consumir probióticos hechos en casa es la forma más natural y económica de mantener tu flora intestinal fortalecida.  Tu digestión y todo tu cuerpo te lo agradecerán.

Hola soy Ayurveda