La humanidad ha hecho uso de los lácteos como alimento desde tiempos muy remotos. Los estudios antropológicos han datado este evento en hallazgos de la Era de Bronce entre 3 mil y 10 mil años antes de Cristo.

No obstante, en la era contemporánea se ha rechazado y condenado su uso tanto por el público en general como por la comunidad médica, aduciendo que éstos tienen efectos negativos sobre el estado de salud de las personas.

En el artículo de hoy, queremos narrar la perspectiva desde la Medicina Ayurvédica sobre el consumo de los productos lácteos y con base en la evidencia disponible, ratificar o negar algunas de las creencias más populares sobre ellos.

Ayurveda y los lácteos

Partiendo del principio fundamental de la composición de la materia, que rige las bases del conocimiento ayurvédico, todos los seres (animados e inanimados) están construidos por diferentes y únicas proporciones de cinco elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Espacio.  De esta teoría fundamental se deriva una teoría primordial que es la de los tres Doshas o energías que comandan el funcionamiento de los seres existentes en el Universo.   Esta es la base teórica que le permite a la Medicina Ayurvédica clasificar cada persona, entidad, enfermedad, planta, etc según sea su energía predominante.

Los lácteos en general (leche, quesos, yogurt, crema, etc) comparten los atributos del dosha kapha (tierra + agua), es decir, son de sabor dulce, textura suave y húmeda, energía fría y promueven la hidratación, lubricación y nutrición de todos los tejidos.   Es por este motivo que a la luz del conocimiento ayurvédico, los lácteos hacen mucho bien en la salud de las personas que en su constitución poseen justamente las cualidades opuestas (Vata) es decir aquellos en quienes la resequedad, la pérdida de tejidos y la falta de lubricación e hidratación son una constante.   Por el contrario, las personas de constitución predominante Kapha (tierra + agua), poseen las mismas cualidades de los lácteos y es en aquellas personas donde la medicina ayurvédica no recomienda su consumo rutinario ya que en ellas se podrá presentar sensación de letargia, frio, producción de moco y aumento de peso.

Para las constituciones Pitta (fuego + agua), los lácteos ayudan por su cualidad enfriante. Por su contenido en grasas saturadas (indispensables), vitamina B12, vitamina D y proteínas son el complemento ideal de una dieta vegetariana tanto para las constituciones PItta como para las Vata.

¿Lácteos para todos?

Este conocimiento ancestral coincide con los hallazgos recientes en el campo de la genómica.  Los grupos de investigación nutricional de la medicina occidental contemporánea han encontrado que no todas las personas tienen efectos similares luego de consumir lácteos o sus derivados.   Esto ha llevado a que ningún estudio clínico haya podido ratificar o negar ciertos aspectos no tan deseables de los lácteos, en especial su capacidad de producir excesiva cantidad de moco (y por tanto empeorar los síntomas de congestión nasal, gripas y sinusitis) y su posible relación con enfermedades de índole inflamatorio como el cáncer, la diabetes mellitus y la artritis reumatoidea.

¿El consumo de lácteos aumenta la producción de moco?

En cuanto a la producción de moco, varios estudios clínicos se han llevado a cabo en sujetos sanos a quienes se les da una dieta rica en lácteos para luego ser expuestos a virus de la gripe.  Se practicaron mediciones cualitativas y cuantitativas del moco naso faríngeo y de marcadores de infección, comparándolos con un grupo similar que no recibió dieta con lácteos.  En estos estudios no se ha podido documentar que exista una correlación entre el consumo de lácteos y la cantidad de moco.  Sin embargo algunos sujetos sí reportaron este evento.   ¿A la luz del conocimiento ayurvédico, tal vez serían aquellos de constitución predominante Kapha?

Los lácteos y la inflamación

De igual manera, varios grupos de investigadores han tratado de vincular los lácteos con algunos procesos inflamatorios para lo cual se han hecho mediciones en sangre de ciertos marcadores de inflamación como Proteína C Reactiva (PCR), Interleucina (IL), Factor de necrosis tumoral (TNF-alfa), sin encontrar correlación alguna.  En algunos casos parece haber un papel protector entre el consumo de lácteos y la prevención de enfermedades como la diabetes mellitus infantil.

Lácteos y cáncer

En el caso del cáncer los datos son contradictorios y por lo tanto no concluyentes.  En algunos casos aumenta el riesgo (como por ejemplo en el cáncer de próstata) y en otros parece proteger (cáncer de colon).

Así las cosas, lo mejor es individualizar cada caso en particular y siguiendo las recomendaciones de la Medicina Ayurvédica tomar la mejor decisión.  La Medicina Ayurveda es muy estricta al momento de indicar qué tipo de lácteo usar, cómo debe prepararse, en qué hora del día y con qué frecuencia debe consumirse.  No todos somos iguales.

En la medida de lo posible, los lácteos deben ser frescos, muy poco o nada procesados, sin azúcares añadidos, sin colorantes y sin conservantes. Busca lácteos que provengan de ganado local, idealmente de pastoreo que no haya sido sometido a tratamientos hormonales ni antibióticos.  Estos productos si bien son un poco más costosos y algo difíciles de conseguir, vale la pena hacer el esfuerzo ya que así apoyarás a los campesinos de tu zona y te beneficiarás de las cualidades nutricionales de este alimento, si este llegase a ser tu caso.

Referencias:

Hola soy Ayurveda